Como veis, lo más «problemático» de realizar en esta receta, es el caramelo y por eso tenéis que tener en cuenta algunas cosas importantes:
Una vez que has puesto el azúcar y el agua en el cazo, le puedes dar unas vueltas con una cuchara anti-adherente, pero luego no debes tocarlo, porque es muy probable que, si lo haces, se cristalice y no te sirva.
El proceso del tostado del azúcar una vez que comienza a tomar color es muy muy rápido por lo que tienes que estar pendiente de que no se te queme. Piensa además que aunque lo retires del fuego se va a seguir haciendo porque guarda el calor. Así que retíralo del fuego antes de que haya tomado el color que a ti te gusta.
Ojo, esto es muy muy importante, las quemaduras de caramelo son increíblemente dolorosas y profundas, así que ten muchísimo cuidado con él.
La limpieza del caramelo tanto en las flaneras cuando ya has servido los flanes como en el cazo es muy fácil. Déjalos en remojo durante un par de horas, y luego podrás fregarlos sin problema.
He realizado en muchas ocasiones este postre, y puedo deciros que he puesto leche entera, y también desnatada, quesitos enteros, y desnatados, y la única diferencia que hay además de que tiene menos grasa como es obvio, es que es un poco menos consistente si le pones desnatado, por tanto tienes que añadir un par de quesitos más.
Tengo una amiga Eva, que no puede tomar almidón, por lo que no puede tomar cuajada. No te preocupes, puedes poner gelatina neutra, aproximadamente 5 hojas y media, es decir unos 10-12 gramos.
1 comentario en “Flan de queso sin horno”
muchas gracias por el detalle del almidón! lo probare seguro