Si sois asiduos de la red, habréis visto estas palmeritas para el café muchas veces. Son taaaaan fáciles y rápidas de hacer que de verdad no merece la pena comprarlas. Los pequeños se quedan pasmados frente al horno viendo cómo crecen y se transforman en algo tan bonito.
Lleva estos hojaldres a casa de tus amigos para tomar café y triunfarás seguro.