Primero ponemos a hidratar las pasas y reservamos. Pelamos y cortamos la pera en dados, y pelamos y troceamos la morcilla en rodajas.
En una sartén, rehogamos la morcilla, la pera y los piñones en un chorreón de aceite. Damos vueltas hasta que la morcilla cambie de color, y se haya desmenuzado creándose una mezcla homogénea. Entonces añadimos las pasas y el vaso de caldo (a veces no es necesario echar todo el vaso, así que es preferible no echar todo y luego añadir si lo pide la mezcla). Seguimos dando vuelta hasta que reduzca, y cuando esté sin caldo alguno, retiramos del fuego y dejamos enfriar (un par de horas).
Cuando la mezcla esté templada, pondremos a precalentar el horno unos 10 minutos a 250º.
Para trabajar el hojaldre (muy fácil, no hay que tenerle miedo), necesitaremos un rodillo, un poco de harina, y posteriormente un poquito de agua.
Espolvoreamos la harina en la mesa de trabajo e impregnamos el rodillo también con ella. Con esto conseguiremos que ruede bien por la masa y no se pegue. Ponemos la placa de hojaldre encima de la harina y estiramos un poco o mucho con el rodillo dependiendo de lo grande que queramos hacerla, o de lo que tengamos que «transformar» el tamaño al molde que tengamos. Una vez tengamos esto, enrollamos el hojaldre en el rodillo y lo trasladamos hacia el molde (así evitaremos que se rompa o se deforme la masa), que previamente hemos untado bien bien con aceite tanto en el fondo como en los bordes.
Con las manos pegamos el hojaldre a los bordes, dejando lo que sobra que caiga por fuera (mirad en la foto que hay abajo). Pinchamos el hojaldre en su base, y colocamos el relleno de manera homogénea en la base.

Cogemos la segunda placa (trabajada igual que la primera), y la ponemos encima del molde. Veréis que sobra hojaldre por los bordes, más o menos como en la que tenemos de base, por lo que hemos de recortar con un cuchillo que corte muy bien, estos bordes de la placa de arriba (ojo! tenemos que tener cuidado de no cortar la de abajo).
Ahora recortamos un poco la placa de abajo y reservamos todos los recortes para decorar después. con las manos iremos realizando un «cordón de cierre» con el hojaldre, por los bordes, que servirá para que no se salga la masa y también para que quede bonito. Para cerrar debemos con los dedos presionar de abajo a arriba (mejor con el pulgar), pero bueno, os aseguro que esto es infinitamente más fácil hacerlo que explicarlo.
Una vez cerrada, decoramos con los recortes a nuestro gusto. Podremos utilizar la yema batida como pegamento.
Terminado el proceso de cierre, pintamos con una brocha todo el hojaldre con la yema del huevo batida para que quede brillante.
Por último introducimos en el horno a 210º el hojaldre, a media altura, sobre la rejilla durante 12-15 minutos con calor arriba y abajo, vigilando para que no se nos tueste demasiado el hojaldre
3 comentarios en “Hojaldre de morcilla”
Espectacular!!!!
Yo la hago con morcilla de cebolla y no puede ser más rica, suave,fácil
Siempre sale bien y no quedan ni las migas.
Espectacular!!!
Yo la hago con morcilla de cebolla y no quedan ni las migas. Es rica,suave,fácil
No dejéis de probarla.
Autentica "joya de la corona" en casa,ideal para cualquier comida entretenida y en buena compañía,la probaras y no podras parar….