Ya queda muy poco para que se acabe el año, y por ello os proponemos cómo presentar las 12 uvas de Nochevieja de un modo diferente.
En España tenemos la tradición de terminar el año comiendo una uva por cada campanada del reloj cuando dan las doce de la noche del día 31 de diciembre. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, y se ha extendido a muchos países de Sudamérica. Aunque la tradición dice que el lugar más propio para comerse las uvas es en las plazas más conocidas de cada ciudad, la realidad es que muchos de nosotros las tomamos frente al televisor intentando no reírnos, para poder comerlas todas. Si lo logras, la leyenda dice que tendrás un año estupendo y lleno de buenos deseos.
En casa las presentábamos en un papel film coronado por un lacito rojo, pero desde que vi esta forma de presentación tan original, las presentamos así.
Es muy fácil de preparar y quedan preciosas en la mesa.
Necesitarás 12 uvas, un palito de brocheta y un lazo rojo de 15 cm por persona.
Toma un palito de brocheta y ve insertando una a una las uvas, teniendo en cuenta que debes hacerlo pinchando por el agujerito que deja el rabito que quitarás.
Verás que las uvas deben ser medianas o no te cabrán. Si te pasa esto, puedes meter la brocheta por el agujerito, pero luego sacarla un poco antes. En la tercera brocheta empezando por la derecha de la foto, verás a qué me refiero.
Debes dejar un espacio de un centímetro en la parte de arriba de la brocheta, para poderla sujetar por esa zona, y también para colocar el lazo rojo, como mejor te parezca. En Casa Caldillo hacemos una lazada.
Luego pones todas las brochetas en un jarrón no muy alto de cristal y las presentas al centro de la mesa. Cada comensal tomará la suya, y podrá sacarlas todas en su plato antes de comerlas.