Tener esta esta conserva de pimientos rojos asados en la despensa es indispensable para mi porque tiene infinidad de usos. En casa de la familia Caldillo siempre he intentado ser muy práctica, y como además de trabajar en casa, lo hacía fuera (ahora llevo algún año jubilada), necesitaba pensar en recetas que pudiera hacer en grandes cantidades, y luego conservarlas para poder utilizar posteriormente. De ahí nació mi «conservera». El día que realizaba la conserva me llevaba algo más de tiempo, pero los meses siguientes, me solucionaban desayunos, aperitivos, acompañamientos o incluso cenas.
Por ello, comenzamos esta nueva sección en la que os invitaré a descubrir mis conservas. Dulces, saladas, habrá de todo un poco.
Como introducción, os diré que para realizar cualquier conserva, son imprescindibles 3 cosas:
- Esterilización: Todos las herramientas y/o utensilios deben estar muy limpios y esterilizados. Siempre que comienzo a hacer una conserva, introduzco todo lo que necesito (frascos, cucharones, sartenes, ollas, etc) en el lavavajillas en un programa de alta temperatura y listo.
- Materia prima de muy buena calidad. Siempre utilizo alimentos de temporada que además de ser más económicos, estarán en su punto de sabor y maduración.
- Utilizar frascos reciclados cuyas tapas no hayan perdido el vacío. Si abres los frascos haciendo palanca con el mango de una cuchara cuando están imposibles de abrir, las tapas no valdrán. Para que puedas reutilizar los frascos te digo aquí como abrirlos sin estropear las tapas para volverlas a usar creando vacío.
Hoy realizaremos una conserva de pimientos asados, que solemos hacer en el verano y que tendremos disponible en cualquier momento para usarla como buen acompañamiento de carnes o como aperitivo (en próxima receta os enseñaré cómo les doy mi toque). La vengo haciendo hace muchísimos años, y me ha solucionado varias veces algunos apuros de última hora.