Este bizcocho de galletas María me lleva directamente a mi niñez. Si cierro los ojos y entro en la cocina cuando lo estoy preparando, me lleva a esos años felices donde comía mi tazón de leche con galletas para desayunar.
Desde muy pequeña recuerdo que los dulces estaban casi prohibidos en Casa Caldillo, pero eso sí, las galletas María no faltaban nunca. Los desayunos eran vaso de leche con Nesquik y galletas. Pero ojo, porque no valía cualquier galleta, tenían que ser las María Fontaneda.
Hoy en día, en mi casa, aún me asalta ese olor, y alguna noche que otra ceno mi tazón de leche con galletas… mmmm me encantan. Me llevan en un momento a mi infancia.
Como imaginaréis, por todo lo que os estoy contando, en casa siempre hay galletas y, quizá por eso, este bizcocho lo preparo mucho. Es un tanto peculiar porque la masa de las galletas hace que no suba mucho y es un poco denso pero tiene un sabor espectacular!!!
Probamos?