Bacalao fresco con pisto. Oír el nombre de un pescado en casa… casi nunca es sinónimo de buenas caras. ¿Por qué? Yo, Mamá Caldillo, no puedo entenderlo porque a mí me encanta, pero Papá Caldillo, casi que si puede evitarlo… lo evita. Pero esta vez me salí con la mía, y lo preparé.
Ahora que no me oye, Papá Caldillo se rechupeteó los deditos, porque está francamente sabroso, y no sabe demasiado a pescado (esto es su punto débil). Lo que quiere decir que es un plato que seguro, seguro, gusta a los más pequeños. Esos a los que conseguir que coman pescado es un triunfo…
Es muy sencilla de realizar, y en muy poco tiempo tienes un plato exquisito para todos.
Nos ponemos?